El Asturiano presume de carácter  abierto y acogedor, de espíritu alegre y festivo muy dado a las fiestas y celebraciones con las que acompaña los grandes acontecimientos de la vida, los ciclos estacionales  que marca  la naturaleza más que el calendario y los ritos cristianos o paganos. Fiestas del Aguinaldo  o el guirria, en Ponga,liagadas al soltiscio del invierno o San Juan al del verano, cuando se enrraman las fuentes y se danzan entorno a las hogueras. Y entre medias, la fiesta pagana por excelencia, el antroxiu (carnaval), la cristiana, la Semana santa. Durante la temporada estival Asturias se echa a la calle y a los prados, al mar, a los montes o hermitas entorno a los que se celebran fiestas patronales, jiras y romerías, procesiones religiosas por tierra y mar, o profanas, por los ríos, con bulliciosos descensos en el Sella, la fiesta grande de verano en Asturias, o en el Nalón.

Fiestas en nuestras ciudades, villas o pueblos. L'Amuravella en Cudillero,El Carmín o los huevos pintos en Pola, la descaga en Cangas del Narcea o los famosos fuegos que cierran las fiestas patronales de Begoña, San Agustín en Avilés o San Mateo en Oviedo.

Entorno a ellas, siempre presente, la música y el baile interpretados con los trajes de gala tradicionales, adornos y joyas de azabache, o coral, que vestía el pueblo asturiano entre el s/XVIII y s/XIX.

Música de gaita, reina indiscutible, de violín, flauta o de la vieja zanfoña, al son cadencioso o animado del pandero o tambor.Música vocal, virtuosa y entrañable Tonada, la canción asturiana con mayúsculas, de ecos ancestrales en las Vaqueiradas, una de las más genuinas de nuestro amplio cancionero.Y con la música el baile, danzas arcaicas y comunitarias ligadas a antiguos ritos paganos como la danza prima o al cortejo, el corricorri de Cabrales y el pericote en LLanes, junto a un extenso repertorio que incluye entre otras muñeiras, geringosas, giraldillas, jotas o fandangos.