Turismo con Sidra

 

Asturias impulsa el consumo de su bebida regional, convertida también en reclamo para los visitantes con visitas a los llagares. En realidad, en la Comarca de la Sidra se puede seguir todo el ciclo natural y social de esta bebida, desde que nace la manzana, hasta que se transforma en sidra, después de todo el proceso de elaboración realizado en el ‘llagar' y toda la singular sociología que conlleva esta cultura, desde el escanciado - forma de decantación de la sidra desde lo alto hasta dar en el borde del vaso - hasta el ‘chigre' asturiano, la música y las canciones que se cantan en él o la típica fiesta lúdico-gastronómica en torno a la sidra conocida como ‘espicha'. Cierto, todo esto está documentado e ilustrado en el Museo de la Sidra en Nava, aunque también se puede disfrutarse en ‘vivo y en directo' en cualquiera de las sidrerías, restaurantes y ‘llagares' de la comarca. O en las fiestas y festivales que tienen lugar a lo largo de todo el año, entre las que destacan especialmente el festival de la Sidra en Nava, y el de la manzana en Villaviciosa. Ambos eventos declarados de interés turístico, y en los que se llevan a cabo, entre otros, campeonatos de escanciado (otro gran espectáculo social único en el mundo que se da en Asturias.

Los llagares son los lugares de producción de la sidra y que en la actualidad abren sus puertas para enseñarnos como se elabora y donde ofrecen cada vez más visitas y paquetes turísticos que aportan un valor añadido a sus productos: «No sólo es producción, se trata de generar un valor turístico que a su vez ayude a conseguir un reposicionamiento del producto mediante un aumento de percepción  de lo que significa la Sidra en Asturias.

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