Mejor los dos;así de ambicioso es este recorrido panorámico por los mejores miradores del Oriente Astur, desde las playas de Llanes o Ribadesella hasta los espectaculares Picos de Europa.

La eterna elección entre mar y montaña queda en esta ocasión disipada  gracias un recorridocircular que permite conocer de primera mano los paisajes y rincones más espectaculares de esta parte del Principado.El paisaje protegido de la Costa Oriental y la siempre impronta de los Picos de Europa con permiso de sierras como la del Sueve o del cuera, agrestes y relajantes a la vez, compone una ruta panorámica sin parangón. Por delante, alrededor de 200 km que se sucen en una permanente postal. La idea no es nueva, es algo que se ha hecho toda la vida esto de ir conducinedo y parando en los miradores. El producto tampoco formaría parte del tourning, ecotouring más bien pues nos referimos a un recorrido por espacdios naturales protegidos para conocer sus paisajes, su naturaleza. pero en cualquier caso las senssaciones que te trasmitirá la ruta si son algo que nos has vivido nunca.

  Los Picos de Europa son el macizo montañosos atlántico más abrupto, o loque es lo mismo, el conjunto montañosos calcáreo de grfandes altitudes más próximo al mar de cuantos existen en el viejo continente, así que sólo aquí es posible pisar la arena dorada de cualquiera de las playas llaniscas y ,en apenas una veintena de km, tener frente a frente gigantes calizos que superan los 2.500 metros de altitud. Sin duda uno de los recorridos panorámicos más extraordinarios del mundo formado por una lista de miradores de primer nivel: L boriza, camarmeña y Póo de Cabrales con sendas vistas sobre el naranjo de Bulnes o picu Urriellu, el Fito, el mirador de la Reina, etc.

  Un aviso: el visitante deberá ir provisto de suficientes tarjetas de memoria y con las baterías de la cámara siempre cargadas. Otro consejo. los miradores están enlazados por carreteras cons bastantes curvas; mejor, no es un recorrido para hacer con prisas sino para disfrutar en cada tramo, deleitarse con la visión a la salida de cada giro en estas carreteras de montaña.