Destino Rio Dobra, Olla de San Vicente

La olla de San Vicente es una poza natural formada por el río Dobra en el concejo de Amieva (Asturias) y que es famosa por el color verde esmeralda de sus aguas, con una profundidad que llega a los cinco metros.

El río Dobra nace en la vertiente leonesa de los Picos de Europa y termina su recorrido cediendo sus aguas al Sella. A pesar de que su recorrido es corto, permite distintas opciones para disfrutar de la naturaleza. En su cuenca más alta sólo es apto para la práctica del barranquismo, creando una garganta estrecha y escarpada. Pocos kilómetros antes de su llegada a Tornín, en Cangas de Onís, el río atraviesa parajes exuberantes de Amieva. En este último tramo el Dobra se apacigua, encuentra el terreno llano y abierto por el que nosostros emprenderemos la ruta a pie.

Se trata de un recorrido ideal para quienes no quieran dedicarle demasiadas horas a hacer una ruta pero quieran descubrir un lugar impresionante además de bastante poco conocido para quienes no son de la zona. Para llegar hasta allí habrá que coger la carretera N-625 en Cangas de Onís dirección a Riaño/ Puerto del Pontón; después de unos 7 Km, tras pasar la población de Tornín y justo antes de llegar al puente que cruza el río Dobra (está bien señalizado con un cartel que pone “Río Dobra“, pero debes prestar atención una vez te vayas aproximando), es necesario aparcar en una pequeña explanada que hay a mano izquiera al lado de un bar.


El recorrido parte desde allí mismo y transcurre por la ribera del río Dobra (afluente del Sella), en el concejo de Amieva. La duración es de aproximadamente 6 kilómetros (ida y vuelta), sin apenas desnivel y el recorrido es lineal, por lo que tendrás que regresar por el mismo sendero de ida.

Una vez llegues a la Hoya de San Vicente te encontrarás con una piscina natural de aguas cristalinas formada por una poza pequeña y otra bastante grande donde podrás disfrutar (¡si te atreves con ese agua tan helada!) de un buen chapuzón.
Además, en la parte superior hay una pradera bastante grande y llana donde poder disfrutar de una agradable comida o merienda y desde donde sacar unas fotos fantásticas de la hoya.

La ruta es perfecta para hacer prácticamente en cualquier época del año y no entraña ningún riesgo, por lo que es apta para hacer con niños. Eso sí, hay algunas zonas estrechas y resbaladizas, por lo que tendremos que prestarles atención.

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