Se acerca Semana Santa, así que hay que empezar a decidir a donde ir, Asturias, tierra con los lugares mas maravillosos y con encanto se perfila como el destino preferido, desde aquí te proponemos diferentes rutas que al hacerlas te dejaran con ganas de más. La primera es LA RUTA MITOLÓGICA DE BEYU PEN.
Para llegar muy fácil, desde Cangas de Onís se toma la N-625 (carretera del Pontón) siguiendo el curso del río Sella hacia el sur y a 10 km., justo antes de llegar al pueblo de Santillán, nos desviamos a la derecha por la AS-261 en dirección a Beleño y Sellaño. A unos 500 metros dejamos el coche en un parking del Área recreativa de Trambesagües junto a la carretera. La ruta en sí conecta el famoso Camín de la Reina con el pueblo de Pen. Se puede dar la vuelta en cualquier momento pero si decidimos llegar al pueblo de Pen.
Es un bosque encantado que guarda el alma de personajes legendarios y hechiza al caminante. Su singularidad con respecto a otras sendas teáticas reside en que la mano del hombre apenas ha intervenido en su creación. En nuestro caminar adivinamos formas siniestras, rostros al acecho en la espesura, troncos que fascinan, rocas fantásticas. Las Xanas, trasgos, pesadiellos, busgosos, nuberos o bruxas son seres que en este caso se perfilan en la propia naturaleza del bosque. Se han aprovechado las formaciones de rocas y árboles, sin más ayuda que un poco de pintura, para destacar sus contornos o silueta.
Nuestro segundo recorrido es el EL PICO EL ARBOLIN, mejor conocido como el Picu Arbolín.
Sobre la primera capital de Asturias, Cangas de Onís, se alza una montaña de poca envergadura, dado que tan solo tiene 573 metros sobre el nivel del mar, pero que vista desde abajo, desde la capital canguesa, parece muy alta. Esta montaña se compone de dos cimas y varios collados y es conocida desde siempre por los habitantes de esa bella localidad, como el Picu Arbolín, dado que, al parecer, antaño había allí un árbol solitario. Para unos era un roble, paro otros un castaño o haya... Muchos cangueses realizan allí frecuentes excursiones, por lo menos una vez al año. Y estas, como nos comentaba un buen amigo, se recuerdan siempre a través de los años. Pues las pandillas de jóvenes lo tienen con una meta para ir de gira campestre. Ahora, en la cimera del Picu Arbolín hay un repetidor, como en muchos otros montes de Asturias. Y es que la señal para las cadenas de televisión o para la telefonía móvil hace que muchos picos se vean ya "profanados" por esos nuevos artilugios.
Para ascender al Picu Arbolín lo mejor es partir de Cotranquil, en las afueras de Cangas de Onís, junto a la capilla de la Santa Cruz (que mando construir Don Pelayo, sobre un antiguo dolmen). La carretera de un par de kilómetros, o los senderos que la bordean, nos llevarán en poco tiempo al pueblo de Llueves, siguiendo la dirección norteña. En Llueves, junto a su típica y ancestral iglesia se debe de parar un buen rato para contemplarla y descansar viendo en lo alto el Picu Arbolín. Las nobles gentes de Llueves y su aldea reconfortan de la pequeña subida.
Desde Llueves sale una pequeña carretera de montaña en dirección al pico y que sigue luego al pueblo de Triongo, a orillas de Sella. Esa carretera pasa por las aldeas y quintanas de La Cetrera, Oliciu, Texidi y Carcéu. Y es una interesante travesía, por caminos, antiguas sendas pastoriles o por la citada vía, ir de Llueves a Triongo, bordeando (o subiendo) al Picu Arbolín y al Monte Parda. Asimismo, desde el parador de Villanueva (antiguo Monasterio Cisterciense) se puede ir por un antiguo camino hasta Llueves..
En la zona, en especial en la parte baja donde aún queda algún bosquecillo, se refugian los jabalíes, corzos, zorros y ardillas. En el cielo se pueden ver las siluetas de las águilas, buitres y halcones.
La ultima parada es a LA EXCURSIÓN A LA VEGA DE ORANDI, es uno de esos lugares mágicos de la orografía asturiana. Nuestro objetivo es el reconfortante paraje de la Vega de Orandi, lugar donde el río Las Mestas decide desaparecer por una sima, canal oculto que conducirá sus aguas hasta la misma gruta de La Santina, donde, convertido ya en río Covadonga, se precipita al vacío en espectacular cascada.
La excursión es una especie de paseo por el paisaje cercano a Covadonga, no conlleva grandes desniveles y no se extiende más allá de unos cuatro kilómetros. Para llegar al comienzo de la ruta hemos de continuar desde el santuario la carretera que conduce a Los Lagos. En el kilómetro 3 nos encontramos con una amplia curva, a la derecha de la cual parte un camino en buen estado de unos 2 metros de ancho. Este será nuestro punto de partida, llamado Moferos.
Una vez que llegamos a La Campera Les Llaceries, cruzamos la pequeña pradera en dirección Oeste, dejando atrás una la fuente a la derecha y el camino del Collado Argonal a la izquierda. El firme se convierte en senda estrecha con bastante piedra y en ligero ascenso que accede al Collado Jou los Cestos. Desde el collado, la senda transcurre entre un bosque de hayas y va girando hacia el Sur. Alcanzamos “La Cueñe” Les Porciles desde donde se puede observar el bosque Retortoriu, un hayedo de gran importancia, y comenzamos a descender en dirección Sur, hacia una zona de pradera natural que se denomina el pandal. Al llegar a este punto se comienza a descender en dirección Oeste hacia el río Les Mestes – Orandi llegando a la Vega que posee un conjunto de cabañas de uso ganadero, cuadras y prados de siega.
Esta vega es un lugar de ensueño de silencio embriagador que hemos alcanzado sin demasiado esfuerzo. Si seguimos caminado otro poco en dirección norte (derecha) siguiendo el riachuelo, alcanzaremos la cueva en la que el agua desparece para brotar en Covadonga, de donde hemos partido y a donde regresaremos, por el mismo camino, una vez que nos hayamos saciado de la tranquilidad ancestral de este lugar.